En el corazón de Santo Domingo, un estruendo incesante esconde un espectáculo de agua y naturaleza que llama la atención de miles de turistas cada año. Un salto espectacular, que desafía los límites del cielo y regala a quienes lo observan una experiencia imposible de olvidar.
¿Te imaginas poder presenciar esta joya de la naturaleza en persona? Pues sigue leyendo y descubre el Salto de Jimenoa, uno de los más espectaculares del Caribe.
Situada en una zona protegida de alto valor ecológico, la visita supondrá una auténtica aventura. Tanto por la posibilidad de caminar por alguno de los puentes suspendidos que rodean la cascada como por la experiencia de bañarte en alguna de las piscinas de los alrededores.
La historia del Salto de Jimenoa se remonta a principios del pasado siglo XX. Un grupo de ingenieros británicos estaban trabajando en la construcción de una central hidroeléctrica en las vertientes del río Jimenoa. La expedición sabía que el proyecto supondría un desafío, pero no se imaginaban lo que iban a descubrir.
Al llegar al lugar, encontraron una auténtica maravilla de la naturaleza. En esta región montañosa de República Dominicana, el Salto de Jimenoa apareció con su asombrosa altura y sus aguas cristalinas. Fue un notable hallazgo durante la realización del proyecto.
A día de hoy, los restos de la antigua central todavía se conservan, y forman parte integral del paisaje que rodea la cascada, recordando el pasado industrial que tuvo la zona. En especial destaca la gran chimenea, que no fue construida por casualidad, sino como una medida para combatir el frío que caracteriza a esta región durante los meses de invierno.
Hoy, alrededor de la cascada se puede observar una moderna represa con la que se genera electricidad, que prueba que el progreso y la naturaleza pueden existir en sintonía.
Por tanto, el Salto de Jimenoa no es solo un espectáculo de gran belleza para los visitantes, sino que también represente una fascinante mezcla de la existencia humana en medio de la naturaleza.
Además de la cascada principal, el Salto de Jimenoa ofrece innumerables zonas en las que disfrutar del baño y la naturaleza. Podrás pararte a observar el paisaje, descubrir la flora y fauna autóctona mientras te refrescas en las zonas bajas del río.
La piscina que se forma bajo el salto también está habilitada para el baño, pero no demasiado cerca de la caída del agua porque genera corrientes muy fuertes. Ese espacio lo ha destinado la naturaleza para que lo observemos, como quien admira una obra de arte en un museo.
El origen de su nombre procede del río Jimenoa, cuyas aguas son las que alimentan este hermoso salto. Este río es una importante arteria acuática que nace en Constanza y se desploma desde decenas de metros de altura formando uno de los saltos de agua más impresionantes del país.
El nombre Jimenoa procede de la lengua taína, y refleja a la perfección lo que significa, porque quiere decir “donde el agua corree entre las rocas”. Una descripción que hace justicia a la espectacularidad de este paraje natural.
Si te has convencido y quieres descubrir en persona las sensaciones que produce el Salto de Jimenoa, ten en cuenta algunos consejos para disfrutar al máximo de la excursión:
El Salto de Jimenoa está muy cerca de Jarabacoa, en la provincia de la Vega. Desde el centro del pueblo, lo único que tienes que hacer es seguir la carretera que lleva a la presa de Jimenoa. Cuando hayas recorrido algunos kilómetros, verás una señal que te indica el desvío para llegar al salto.
En este mapa puedes consultar la ubicación exacta desde donde te encuentras. Te recomendamos reservar nuestro servicio de transporte en República Dominicana para llegar hasta allí con total comodidad.
La entrada al Salto de Jimenoa cuesta 100 pesos dominicanos, que al cambio son alrededor de 2 dólares o euros. En este precio se incluye la entrada al sendero de subida al salto, acceso por el puente colgante y la posibilidad de bañarse en la charca que forma la cascada.
¡Descubre la belleza y majestuosidad de esta cascada! No te pierdas esta magnífica aventura en uno de los rincones de República Dominicana donde la naturaleza te regala uno de sus impresionantes espectáculos.